lunes, 9 de agosto de 2010

Las Calles olvidadas By Zaira 2006


uy. la verdad que este cuentito lo escribí en 3er semestre de la carrera :) disfrutenlo que recuerdos :)

http://photos1.blogger.com/blogger/5735/2980/1600/DSC05641.jpg wow.... que bonita era.. digo soy soy...

Las calles olvidadas

Pensé que ya conocía todo San Luis pero no fue así, un día decidí caminar por el centro y visité los 7 barrios, hasta que llegué a San Sebastián, me encontré con una iglesia y un jardín bello, la vida que transcurría ahí era muy cotidiana, niños jugando en el kiosco, ancianos platicando en las bancas, señoras presurosas para la misa de las seis y los puestos de antojitos. Me di cuenta que el atardecer ya había llegado y me puse a tomar fotos de esos paisajes.

Me enamoré de aquel lugar del que sólo había oído hablar, pero al conocerlo me sorprendí de su belleza y de la tranquilidad que se siente al estar ahí. Después la noche cayó y recordé que un amigo vivía por aquellas calles, busqué su casa, las calles eran muy estrechas y de adoquín, lo que hizo incómodo mi transito.

Las casas parecían abandonadas, las fachadas estaban un poco deterioradas por el tiempo, después de caminar llegué a la casa de mi amigo, toqué y nadie abría, entonces me desesperé un poco y me quedé esperándolo afuera, empezaba hacer mucho frío y a lo lejos vi una sombra que venía hacia mi, y pensé que era mi amigo pero no, era un anciano muy elegante, con sus mocasines relucientes, pantalón negro, camisa blanca y el saco impecable.

Me pareció un hombre muy agradable con una sonrisa que tenía todo el tiempo en su rostro, se acerco a mí y me dijo: buenas noches caballero, yo le pregunté por mi amigo, que si lo conocía, él me dijo que nunca lo había visto, que era extraño ver a jóvenes en esas calles.

___ Quiero que sepa que todos mis vecinos ya son personas de la tercera edad, y algunos tienen nietos, pero nadie los frecuenta, nosotros sólo queremos vivir tranquilos, sin problemas, sin la juventud de ahora, tan rebelde y problemática, nosotros ya vivimos y ya nada nos sorprende. Lo único que queremos es estar listos para nuestro final en esta vida, pero usted joven ahora que ya sabe por qué no se va de aquí, continúe con su vida y deje a los viejos en paz ya que no les gustan las visitas inesperadas___ Me dijo el anciano.


dejó de sonreír y me miró fijamente a los ojos, lo que me incomodó un poco, dio la vuelta y se fue, y poco a poco a lo lejos su sombra se fue desvaneciendo. no supe si eso que había pasado había sido una ilusión o realmente había sucedido, seguí esperando a mi amigo pero ya muy intranquilo, debido a mi encuentro con aquel anciano. Necesitaba un lugar para pasar la noche, tenía sed y frío.

Afuera de la casa de mi amigo, Me quedé dormido por unas horas, ya era tarde y el ultimo camión ya había pasado, y no tenia como regresarme a mi casa, pero cuando abrí los ojos, vi una mujer bellísima, me miraba insistente, me impresioné mucho por su hermosura, era de tez blanca, cabello negro, ojos azules, traía un vestido negro, andaba muy arreglada, la saludé y ella sólo me sonrió. Le pregunté que a dónde iba y me contestó que a una fiesta, en una casa mas adelante de donde nos encontrábamos, ella solo me miró y me dijo que la acompañara, yo le dije que sí, le pregunté que cómo se llamaba, me dijo que para qué lo quería saber, insistí mucho ,después ella me dijo que se llamaba Ilia.

Me pareció un nombre realmente bello. Me llevó hasta aquel lugar, era una casa muy elegante, todos iban vestidos de etiqueta, yo me sentía incómodo porque no estaba vestido para la ocasión. Me ofrecieron de tomar y algunos bocadillos, lo que agradecí profundamente ya que tenía mucha sed y hambre. Ilia llegó y saludó a sus conocidos, me dijo que disfrutara de la velada, y que la buscara cuando yo quisiera retirarme, me tomó la mano y me dio un prendedor en forma de un tulipán negro.

Platiqué con la gente del lugar, realmente me la pasé muy bien en ese momento, vi a mujeres bellísimas, eso me hizo recordar aquel anciano que decía que ahí no había gente joven, me di cuenta de que me había mentido, si aquel lugar estaba lleno de señoritas. Pasaron las horas, y mientras yo disfrutaba de la fiesta, dieron las 4 de la mañana y recordé que tenía que ir a ver si ya había llegado mi amigo, fui corriendo hacia a la puerta sin éxito, ya que no encontraba la salida, y al preguntar nadie me decía nada y solo se reían de mí, comencé a sentirme muy asustado.

Busqué a Ilia, no la encontré, ya cansado y desesperado me senté en un sillón que estaba en una esquina solitaria. En eso entró una anciana, me dijo: joven me dicen que usted busca muy insistentemente a Ilia. Yo le dije que si, ya que me tenia que retirar y no encontraba la salida, a lo que me dijo, usted no tenía porque entrar aquí, no es invitado.

Le dije que Ilia me había invitado, ella dijo que no mintiera, yo no podía ver su cara solo veía su sombra, lo único que alcanzaba a ver eran sus manos, muy delgadas y arrugadas, sosteniendo su bastón. Le dije que si le molestaba mi presencia, me dejara ir, ya que yo tenía compromisos y no faltaba mucho para que amaneciera, y al día siguiente tenía que ir a trabajar. Ella me dijo que no podía dejarme ir, ya que yo ya sabía su secreto, realmente yo no entendía qué secreto, por lo que le pregunté a qué se refería, ella gritó que me callara.


Debido a los gritos, muchos invitados se dieron cuenta y entraron a ver qué pasaba, supe que esa anciana era la dueña de la casa. Todos me veían muy feo, yo solo pedía que me dejaran ir, pero nadie quería ceder, todos empezaron acercarse a mi, hasta que ya no pude ver nada y quede inconsciente. Después de eso ya no supe qué pasó, desperté tirado en la calle afuera de la casa de mi amigo. Él llegó en la mañana y me encontró ahí, le conté lo que me había sucedido la noche anterior, y me preguntó si había tomado, le dije que sí, pero en la fiesta. Él me dijo que no pudo ser cierto, que en su calle la mayoría de las casas están abandonadas, y que él estaba ahí temporalmente.

Realmente no quise discutir con él, pues me encontraba muy confundido por lo que había pasado, me despedí de él, y le dije que después le llamaría, busqué dinero en las bolsas de mi pantalón y lo que encontré fue el prendedor que Ilia me había regalado, así comprobé que realmente había sucedido.

Decidí buscar aquella casa, al llegar me di cuenta de que estaba en ruinas, la misma reja, las ventanas, la puerta principal, pero todo muy diferente, porque ya todo estaba viejo y abandonado. Esto que me pasó es para volverse loco, así que yo soy el único que sabe el secreto de aquellos viejos, y desde ese día atesoro ese tulipán, lo tengo siempre cerca de mi, como un constante recuerdo de esa noche, y de esa mujer, aunque nunca seré capaz de explicar a otros, o a mi mismo lo que sucedió.



hecho por zaira-tuli

posted by zaira @ 5:26 PM 8 comments

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